Presentación del tema
El presente trabajo ha sido elaborado como prueba evaluable en el ámbito de la asignatura Metodología II del 4º curso del Grado Superior en Historia de la Universidad de Alicante. Queda integrado por los alumnos José Lidón Martínez, Gino Enria, Manuel López Sarrió, Sergio Francés Maestre y Claudia Company Belmonte.
El tema seleccionado ha sido las elecciones generales de España del 28 de octubre de 1982. Tal evento resultó clave en el período de transición democrática español, implicando la primera entrada a la presidencia del Gobierno de un partido de izquierdas por primera vez desde la disolución de la Segunda República. Nuestro objetivo es vislumbrar el modo en que este hecho fue tratado por los medios públicos y la importancia que se les dio.
Para ello, se analizan cuatro portadas de periódicos de dos editoriales distintas: El País y el ABC, siendo tomados los días 28 de octubre y 31 de octubre como marco cronológico. La elección de las editoriales se ha justificado por sus divergencias ideológicas –siendo El País de corte progresista, mientras que el ABC, más bien, conservadora–, así como por sus diferencias morfológicas –el contenido textual en portada de El País es considerablemente más extenso que el del ABC, el cual opta por enviar el mensaje a través de la iconografía, principalmente. Por otro lado, la dimensión cronológica ha sido elegida en base a una
continuidad muy breve, de tan solo tres días de diferencia.
El ABC y El País. Fuente: Creative Commons
Además, ha resultado esencial y ha sido el eje director para la elaboración de la tesis la obra de Jacques Kayser, El Periódico: estudios de morfología, de metodología y de prensa comparada.
Siguiendo la metodología establecida por Kayser, el trabajo se ordena en tres apartados que quedan, a su vez, subdivididos; la personalidad del periódico, con la que se pretende exponer los elementos y aspectos definidores del periódico, y que se maneja en dos vertientes: el registro de identificación, respondiendo a los elementos constituyentes formales, y el expediente de identidad, que son los elementos que condicionan el funcionamiento del
periódico, los aspectos jurídicos y financieros.
La morfología del periódico, por otra parte, son los aspectos físicos, la forma exterior y los elementos que la constituyen. Queda repartido en los elementos estructurales, donde existen dos piezas fundamentales: la primera página y las páginas especializadas –en nuestra tesis, hemos trabajado únicamente con el primero de estos dos. Además, la morfología cuenta con las clasificación de las materias –es decir, el contenido cualitativo.
Finalmente, se procedió a la valorización. Esta consiste en valorar cualitativamente, a partir de los datos cuantitativos otorgados por el análisis morfológico, las portadas propuestas para el estudio. Para ello, se consideran la ubicación –paginación y lugar del elemento textual o iconográfico en la página–, los títulos –considerando la importancia real, la importancia relativa y el contenido–, la presentación –esto es, las ilustraciones, la tipografía y la estructura– y la selección –es decir, la información que aparece en el periódico y aquella que se omite.
Contexto histórico
Al poco de la muerte del dictador Franco (20 de noviembre de 1975), se proclama como Rey de España a Juan Carlos I (22 de noviembre de 1975) para así efectuar la sucesión y continuidad del régimen franquista. Sin embargo, con la dimisión (forzada) de Arias Navarro (el 1 de julio de 1976), será designado como nuevo Presidente de Gobierno Adolfo Suárez que, a pesar de su posición falangista, llevará a cabo una potente iniciativa de democratización y, por ende, de ruptura con respecto al régimen franquista. Suárez prometió al sector militar –para aquel entonces se constituía como pieza fundamental del Estado– que no legalizaría a partidos políticos como el PCE o el PSOE, mientras que paralelamente mantenía contacto con el líder del Partido Comunista, Santiago Carrillo. El 12 de febrero de 1977 se legalizaba el PSOE y poco después, el 9 de abril, el PCE. Ello generó la pérdida del apoyo militar para Adolfo Suárez y ante el riesgo golpista, dimitió el 29 de enero de 1981.
De izquierda a derecha, Adolfo Suárez, Juan Carlos I y Santiago Carrillo. Fuente: Creative Commons
La situación sociopolítica inmediatamente anterior a las elecciones de 1982 resultaba en la ausencia de la mayoría gubernamental, en las dificultades para disponer una coalición homogénea y las divisiones internas del Gobierno. Ello incapacitaba a las funciones gubernamentales para tratar asuntos de gran importancia y que causaron desilusión y malestar social, tales como la crisis económica, el terrorismo –la actividad de ETA no había cesado–,el golpismo –con el intento de golpe de Estado el 23 de febrero de 1981– y la ausencia de un modelo de Estado democrático. Las elecciones del 28 de octubre de 1982 resultaron en una mayoría absoluta del PSOE con 177 escaños de 350, y supusieron la consolidación del Estado democrático español al efectuarse una ampliación de la participación electoral, a la aceptación de los resultados, a la consiguiente “desmilitarización” del Estado y a la homogeneización gubernamental, presidida por Felipe González. Es decir, las elecciones de 1982, y en consecuencia el nuevo Gobierno, equiparon de legitimidad, autonomía y eficiencia al Estado democrático español.
De izquierda a derecha, Leopoldo Calvo-Sotelo, Antonio Tejero y Felipe González. Fuente:
Creative Commons
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